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lunes, mayo 04, 2009

NARRADOR

En las palabras más insignificantes estaba la verdad de su vida, lo que realmente pasaba, lo que le ocurría. En las otras, simplemente se escondía de la gente que le buscaba significados a todo.
Aprovechaba cualquier cosa para contar, pues estaba convencido de que en el fondo, sólo somos animales narrativos, hechos para oír y narrar, para conocer así. Y utilizaba esta técnica para contarse a sí mismo a los demás.
Y no sólo a sí mismo, si no también a los demás, a los suyos o a los otros. Contaba los amores de unos, las penas de otros, la vida alegre o triste o tonta de todos los que podía.
Tenía muchas historias que contar y en todas se podía o no esconder él, podía ser o no el protagonista. Y quien él quisiera podía salir con él en ese pedazo reinventado de la vida. Podía amar a quien quisiera, ser lo fuerte o lo triste o lo inútil que quisiera.
Y lo bueno es que todo era ficción.


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