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sábado, agosto 22, 2009

ANTIGUOS POEMAS

La buhardilla está llena de objetos que parecen inconexos. A esa confusión ayuda el hecho de que las cosas de Laura y las de Rubén están allí revueltas sin orden aparente. Tan pronto se puede encontrar una caja con las cartas de Rubén como sobres con fotos de Laura. Discos antiguos, libros de texto, carpetas llenas de papeles, botes con bolígrafos que no funcionan, barajas de cartas, viejos teléfonos, transformadores eléctricos y cosas que ya no son útiles, ni siquiera decorativos.
Rubén está buscando entre los papeles algunos que le servirán para un artículo que está escribiendo. No lo hace mucho, pero a veces se interesa por un tema y escribe algo. Mateo tiene un contacto que se lo publica en una revista de estudios literarios. Ahora busca algo sobre el humor. Es un viejo tema que siempre le ha interesado. Y que nunca ha podido terminar. Es una cuenta pendiente.
En una carpeta, entre apuntes y notas útiles, bibliografías, datos, páginas, nombres de autores, citas, ha encontrado una separación con papeles que él había manuscrito en sus tiempos de universidad. Son un poco sonrojantes los papeles. Son poemas de amor, encendido, a una compañera de clase.
No recordaba la exactitud y la voluptuosidad de las palabras, las descripciones de momentos, partes del cuerpo, de sentimientos que en el momento debió tener y ya no tiene por una mujer de la que no termina de recordar la cara, el cuerpo que motivó tan ardientes palabras.
Has buscado Rubén las fotos de aquella mujer, María, entre sus cosas. Sólo ha encontrado una. Ella está agarrada a una amiga. No la recordaba así. No pensaba en ella desde hacía mucho. Recuerda ese amor encendido que sintió por ella. Las clases enteras mirándola a ella en lugar de al profesor. La incomodidad de algunas situaciones. El hecho de que ella nunca le amara y de que su poesía cogiera ese tono escéptico que ahora está releyendo.
María. No es la primera mujer que Rubén amó. Tal vez sí la que más tiempo amó. Y la que le hizo decir más cosas absolutas, de no olvido, de recuerdo, de amor infinito. Rubén ha buscado fotos antiguas de Laura. Fotos en las que tendría la edad de María más o menos. Las ha puesto juntas. Las ha comparado. Tienen algo familiar, pero a la vez algo muy distinto. No sabe Rubén si es en los ojos, o en la nariz, pero algo las iguala y algo las diferencia. Rubén no sabe si se alegra o no de que haya sido Laura y no María la que al final le haya acompañado.
No puedo saber cómo hubieran sido las cosas con María. ¿Estaría entonces mirando fotos de Laura? ¿O de otra? El futuro es incierto. Esa incertidumbre, el azar, acaba por ordenar nuestras vidas. Mira la foto de María. Mira la foto de Laura. ¿Olvidará a Laura como olvidó a María?
Rubén ha roto los papeles. Ha roto los poemas. Son muy malos, se ha dicho. Y los ha tirado al contenedor de reciclaje.


1 comentario:

insomne dijo...

interesante relato........
saludos!