Publicidad

lunes, septiembre 28, 2009

RÉGIMEN

Nos ha caído un broncazo del jefe de la casa real. El rey, al igual que nosotros, está gordísimo. Como somos tan buenos catadores y todos nos parece bien y el rey es tan majete, pues nos pasamos el día comiendo. El colesterol de su majestad ha llegado hasta niveles preocupantes. Y ha habido que comprarle un vestuario nuevo tres veces en tres meses.
Después del broncazo el jefe nos ha dicho que nos poníamos a dieta ipso facto. No sabemos qué significa ipso facto, pero por los gestos que ha hecho, creo que significa que rapidito rapidito. Ahora no hacemos más que comer comida de régimen. Y no es por hablar mal, pero vaya ascazo que da la comida de régimen.
Nos dejan comer toda la lechuga que queramos. Pero sin hamburguesa ni nada. Nos dejan comer arroz. Pero en una torta asquerosa sin nada encima. Además los muy burros nos han puesto un programa de ejercicio, que si no fuera porque lo hacemos con su majestad, sería durísimo. El rey como es un cachondo se lo pasa haciéndonos bromas. Y nosotros nos reímos. Claro que él no hace ejercicio. Como es el rey puede abstenerse y el entrenador, coronel del ejército, no se atreve a decirle nada. Y a nosotros nos grita más que a nadie. Hemos sudado más que en los últimos cuatro veranos.
El caso es que a nosotros nos van a hacer adelgazar así y al rey le van a hacer una liposucción. Ahí se nota la clase. Pero no nos quejamos. No podemos.

De esto, nos ponemos hasta arriba

No hay comentarios: