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domingo, enero 31, 2010

TRAICIÓN

El pelo de Laura, moreno, media melena, se ha dejado algo de flequillo, está aplastado, desordenado, sudado. Sus ojos cerrados, su boca apretada, en su cara esa imagen contradictoria de dolor y de ansia, de más. Sus ojos han sido más grandes que nunca cuando los ha abierto de repente. Y ha abierto también su boca. Y ha caído otra vez. La cama ha sido más blanda, más dulce.

Luis, ahora a su lado, se ha pegado a su oreja y le ha ido hablando. Quería provocarla. Que riera. Que se diera la vuelta y le mirara a los ojos, pero Laura, la mirada perdida, sus ojos enormes en algún punto del techo, no lo ha hecho. Por primera vez desde que lo hace Laura se siempre culpable. Siente que está traicionando. Que aquello no es que esté mal. Es que es indigno. Le han entrado ganas de llorar, de marcharse. Pero Luis la ha abrazado y ella ha tenido que quedarse quieta, cerrar los ojos, aguantar. Hoy no ha sido un acto de amor. Le ha gustado. Pero no ha sido un acto de amor. Ha sido otra cosa que no sabe definir. Laura no sabe.

De vuelta a casa Rubén estaba contento. Veía un partido. Reía. Al llegar ella se ha quitado por un momento los auriculares y la ha sonreído. Estaba tan contento que Laura ha tenido ganas de golpearle. ¿Por qué? Ha pensado en Luis. Laura no sabe a quién está traicionando ahora. A Luis. A Rubén. A sí misma. A todos.

La alegría de Rubén siempre es misteriosa, pero últimamente es, además, constante. Y no sabe ella a que se debe. Por qué aquel hombre siempre triste. Aquel hombre impenetrable está ahora así. Y sobre todo no sabe por qué la mira así. Por qué la mira de esa manera tan nueva y que a ella le gusta tanto. Por qué se concentra tanto en sus ojos y la busca por dentro. Cree que sus ojos la están llamando. No quiere mirarlo. Se va arriba, se mete en la ducha. El agua en su espalda, en su cabeza la hacen pensar más aún. Y no consigue salir de su bucle de contradicción. No sabe por qué sus ideas tan claras se han enturbiado. Por qué Rubén ahora. Cómo lo ha hecho para otra vez volver a sus pensamientos. Cómo lo hace para que ella se sienta así. Y piensa en Luis y en como hace sus ojos crecer. Y sus ojos se cierran bajo el grifo de la ducha. La respuesta no llega, pero el agua al menos es placentera. Limpia.


sábado, enero 30, 2010

RISA

Los ojos grandes de Laura, tan grandes que parecen de una muñeca, se miran en el espejo. Laura se ha levantado contenta. Y no tiene nada que ver con Luis. Su alegría ha ido unida a ese hombre los últimos meses. No se recuerda a sí misma tan contenta desde hace mucho tiempo. Ha meneado un poco las caderas mirándose en el espejo, recordando una canción. Está feliz. Y se lo ha dicho a sí misma. Y no piensa en Luis.

Cuando se ha dado cuenta de que está muy contenta y de que no ha pensado en Luis, se ha sentido un poco culpable. Y ha querido decirse que toda su felicidad depende de Luis. Siempre ha dependido de él. En los últimos meses. Y que ese baile mañanero y esa alegría tienen que ver con que luego le verá. Eso se ha dicho.

Anoche, Rubén la hizo reír. Río mucho. No recordaba que Rubén era un hombre muy ocurrente. No le había escuchado en serio desde hacía mucho tiempo. Y si Rubén tenía algo bueno era escucharle. Nunca se tenía idea de lo que iba a decir, de por donde iba a salir. Comparaciones, metáforas, silogismos extraños. Conocía bien los resortes del lenguaje. Y cómo usarlos. Siempre le gustó eso de él. Que pudiera sorprenderle a la hora de hablar.

Además Rubén podía adaptarse a cualquier conversación. Podías decirle lo que quisieras. Daba igual. No iba a decir nada. O iba a aportar un punto de vista distinto. El más raro. El más cómico. O eso le parecía a Laura. Claro que entonces yo estaba loca por él, se ha justificado. Pero recordaba como otros se reían con él. Como sus ocurrencias estaban en la boca de los demás. Y no eran imitables.

Anoche, hablando de la oficina, había estado brillante, chispeante. En un momento Laura tuvo que besarle para que callara. Sabe Laura que al final eso no depende de nada. Sólo del día que tenga él. Que siempre puede ser mordaz. Pero que no siempre quiere serlo. También notó en él algo más. Una sonrisa distinta. Se alegraba de hacerla sonreír. Se complacía en ello. Ella le tocó un momento. Y él se río más. Laura no recordaba las cosquillas que tenía. Cualquier roce le hacía reír. Le hacía estremecer.

Recordó por qué se había casado con él. Como había conseguido enamorarla. Otra vez se siente Laura culpable. No está pensando en Luis. Piensa en Rubén. Le debo mucho ha dicho. A Rubén. A Luis también, pero menos. Y ha sonreído en el espejo pensando en Rubén. Por detrás ha pasado él cantado. Estando contigo, contigo, contigo me siento feliz. Laura se ha reído. Se ha girado. Ha pensado en ir y besarle. Se ha sentido culpable. No puede faltar a Luis.


viernes, enero 29, 2010

LETRAS TRISTES I

Como la vida se va haciendo larga va siendo hora de hacer en ella. Así que hemos decidido, Felipe y yo, que va siendo hora de que ocupemos en algo nuestro numeroso tiempo libre. Hace ya varios meses que no trabajamos y que vivimos un poco de lo que le sisamos a mi madre del pan y otro poco de lo que robamos en una esquina de la ciudad. No sé cómo es posible que nadie se haya dado cuenta de que no tenemos pistola. De que son sólo dos dedos.

Como un día robamos una guitarra y Felipe no tiene mal oído, hemos decidido dedicarnos a la música. No somos unos gafapasta, ni unos modernos, no somos rockeros, ni poppies. Lo único que nos mueve en la música es el dinero. Como debe ser.

Yo compongo las canciones y las canto, porque tengo una voz armónica. Felipe toca y compone la música. Nos salen canciones tristes, pero a las mujeres les encantan. Nos han contratado en un club, para amenizar la borrachera de los clientes. Se supone que debíamos tocar el piano y mientras yo cantar subido en el susodicho instrumento. Pero no estamos para tonterías, así que llevamos la guitarra y cantamos de manera normal.

La gente nos paga una propina y el del garito nos da bebida. No vamos a hacernos ricos, pero mira, algo vamos ganando. Además nos hacemos atractivos para las mujeres. Sobre todo Felipe. Yo no termino de ser convincente. Y siempre acaba él con las dos, mientras yo compongo otra letra triste.


Tocando la guitarra robada

jueves, enero 28, 2010

A PESAR DE TODO

Aunque ando algo fastidiado de la tripa me he comido un cocido de tomo y lomo, con su chorizo y su tocino y su todo bien. Bien, bien.

También ando algo fastidiado de la garganta. Aún así no dejo de cantar blues a gritos en el coche y de gritar los goles, si los hubiera, de mi equipo. Me voy a quedar sin voz, pero, ¿cuál será el problema? ¿qué no pueda ir a trabajar? ¡Menudo problemón!

Me duele la pierna, sobre todo cuando la apoyo fuerte. Pero no dejo de correr todo el rato, más y más rápido. Sí, creo que huyo de algo.

Quiero decir que las cosas me duelen, pero sigo haciéndolas. Que me matan por dentro. Que me rompen las pelotas, la garganta, las tripas. Pero sigo haciéndolas. Porque me gustan.

No he borrado tu número de la memoria. Te llamo siempre que tengo una excusa. Voy a verte y te miro a los ojos y te hablo igual que antes, de la misma forma. Como antes, como nunca, como siempre. A pesar de todo.


Ryan Adams, touch, feel, lose

miércoles, enero 27, 2010

CÓDIGO

Tú sabes cómo te digo cosas que no necesito decir, Felipe. Quiero decir, que vamos los dos pedo, nos miramos y sabemos que decimos, vámonos a casa, anda que mañana nos va a doler todo. Tenemos nuestros códigos. Palabras que tienen otro significado. Que sólo significan para nosotros. Eso es un código.

Luego hay otros códigos, pero yo no los entiendo. No sé cuándo es mi turno. Qué tengo que hacer. Quiero decir que a veces ella me dice palabras que yo pienso que dicen una cosa pero en realidad dicen otra. Usa un código distinto. ¿Quieres que te llame? Pídemelo. No pienses que voy a adivinarlo. No pienses, después de tantas cosas, que voy a hacerlo si no me lo pides. Y no pienses que no será por falta de ganas.

Esos códigos no los pillo, no los cojo. Además ten en cuenta que no soy muy listo. Que me ato los cordones siempre al revés. Que siempre llevo los cordones desabrochados y se me enganchan en las escaleras mecánicas.

Así que, por favor, enséñame el código y así dejaré de hacer el tonto y sabré cuando me dices, eres tonto o ven a verme. Cuando te ríes o cuando es en serio. Así que, por favor, si quieres algo de mí, pídelo. Yo no me niego nunca a nada. Y a ti menos.


Código, de barras

martes, enero 26, 2010

QUICIO

Nunca he sido ese tipo de hombre. Nunca lo he sido, de verdad. No he pensado qué hiciste antes de esto. Ni me ha molestado qué vas a hacer después. Ni que estás haciendo ahora. Quiero decir, que nunca he sido un hombre celoso, que nunca me ha preocupado que otro pueda disfrutar de lo mío. Como nunca he tenido nada mío, siempre lo he compartido todo, el concepto de propiedad y de exclusividad lo tengo muy difuminado. Excepto con mis artículos de escritura.

Y sí, no soy celoso. Quiero decir que si como ya me ha pasado, me pones los cuernos, no voy a matarte. No voy a molestarte. Es probable que te perdone. O que directamente no me importe. Siempre que tú estés aquí para mí cuando has de estar, ¿qué más da lo que hagas antes? A lo mejor si que me importaría el con quién. Porque claro, si te vas con un gilipollas, pues un poco gilipollas eres tú también. Pero nunca me ha importado.

Pero, cuando lo haces a dos metros de mí, cuando tengo que verlo y aguantarme, sí, me molesta. Me toca las narices. Los cojones. Me desquicia. Pero bueno, tengo un quicio amplío. O no.


Nadie es perfecto, así que por dignidad

lunes, enero 25, 2010

GALLINA

Es raro en la ciudad encontrar algunas cosas. Encontrar por ejemplo un aparcamiento libre. Siempre son vados. Encontrar también una papelera. O más bien una papelera con papeles. Los papeles y las papeleras no se llevan bien. Es raro encontrar un taxi cuando llueve. O una chica guapa sola.

También es raro encontrar una gallina. Pero la encontramos. Íbamos, bueno, no puedo explicar bien cómo íbamos. Pero no íbamos bien. Así que ahí estaba salida de no sé dónde una gallina.

La acogimos en nuestro pecho. Felipe la amó tanto cuanto pudo. Pero ella fue una perraca y se fue con un gallo más alto, más guapo y más gallo que nosotros. No se lo tenemos en cuenta. Ya lo dice el dicho, más coqueta que las clásicas gallinas.

Ahora, Felipe no come pollo. Y gime por las esquinas. Tuvo una cita y una chica le dijo, ¿no comes pollo? Y él dijo: tú hazte amigo de una gallina que te vas a cagar, al principio son muy majas, pero luego son unas rebeldes.

Y lloró, como hace él, como un niño.


Muy maja al principio, pero luego una rebelde

domingo, enero 24, 2010

CONOCERLA

Rubén no encuentra el resorte para acercarse a Laura. No sabe cómo hacerlo. Piensa y piensa mirando el cuadro del salón pero no se le ocurre nada. No sabe qué hacer. Tiene la idea de que esta Laura ya no es como era, que tiene que hacer algo distinto a lo que ya hizo. Pero no sabe qué. Y ya no lo conoce como antes.

Pasea por su habitación mirando su ropa. Pone en fila sus blusas, sus jerseys, sus chaquetas, saca algunos zapatos. Observa, furtivamente, los cajones con la ropa interior. Saca el pijama. Todo huele a Laura piensa. Se está poniendo poético. Pero no se trata ya de escribir el poema para Laura. Aunque cree que tampoco podría ahora. Tal vez sea eso, se dice, cuando pueda escribirle el poema, ese será el momento.

Como ese momento aún no ha llegado Rubén se concentra en todo lo demás. Sabe que no puede usar golpes de efecto. Serían demasiado llamativos. Viajes. Cenas románticas. Regalos. De momento ha de proceder con ella como si fuera una extraña, como si no la conociera. Primero tiene que conocerla, hacerse notar. Que ella también se fije en él y luego seguir hasta conseguirlo. Si es que puede conseguirlo.

¿Cómo hacer para conocer a la mujer que duerme junto a él? No se imagina nada. Así que Rubén va a dedicar el tiempo a escucharla. A hacerla hablar, es lo único que se le ocurre. Volver a saber su vida. Así podrá encontrar conversaciones, buscar lo que siempre le da resultado, el humor.

Los últimos días Rubén ha escuchado todo lo que Laura ha dicho dentro de la casa. Y también le ha preguntado cosas. Necesita saber más. Ana y Joaquín están muy contentos juntos. La oficina está hecha un desastre. Mi madre no soporta más al gato, se asfixia por la maldita alergia. Rubén está entrado otra vez en su vida. Y eso necesita. La vida pequeña de Laura. Luego, ya verá.


sábado, enero 23, 2010

NADA CAMBIA

Rubén se siente observado. Desde que sabe que otros lo saben, que otros saben que Laura tiene a otro, ama a otro, cree que todos le miran, que todos le piden algo. Le piden que se entere. O que grite. O que busque y golpee, que busque y destruya. Pero Rubén no va a hacer eso. No va a destruir nada.

Odia sentirse observado, pero no puede evitarlo. Cree que todos murmuran, que todos hablan de su vida. Lo toma con resignación. Qué se le va a hacer. Es la realidad, hay que afrontarla. A Rubén no le preocupa quién sea el otro, cómo sea, qué diga. Sólo le preocupa Laura. Por momentos duda de su teoría del retorno, de que ella ha de volver a quererle igual que él vuelve a quererla. Pero Laura está feliz y en cualquier caso un incumplimiento de esa teoría sería un éxito si ella es feliz.

No sería feliz con él y eso sería duro. Habría que asumirlo. Correr muchas muchas horas pensando en ello. Pasar muchas horas mirando el cuadro del salón pensando en ello. Pero si Laura es feliz, si la mujer a la que ha querido y quiere y habrá de querer siempre todo será bueno.

Rubén habla con Mateo el asunto. Le ha preguntado si él ya lo sabía. Y sí lo sabía, antes de que pasara. Sabía que eso habría de pasar. Y ahora, qué, le ha preguntado Rubén. Ahora, nada, ahora lo mismo que antes. Seguir tu camino. Si quieres volver, si quieres marcharte, simplemente lo mismo, esto no cambia nada. No para mí. ¿Y la gente? Qué importa la gente. Además Laura es discreta, dudo de que lo sepa demasiada gente. Nadie hablará de ti, y qué más da si lo hacen, tú haces lo que debes no lo que quieren. No es una votación, es una decisión.

Rubén lo tiene claro. Esto no ha de cambiar nada. Por más que haya murmullos, que los demás digan. Por más que sepan. Es cierto que esto no va a cambiar su amor por Laura. Y si esto no va a suceder, qué más da todo. Lo importante es que Laura le quiera, que estén juntos. Saber hacer cierta la teoría, que el retorno se produzca. Y el plan es el mismo. Observar, preparar, quererla. Lo hizo una vez, ha de volver a hacerlo. Ahora hay otro, sí, pero no importa. Eso se dice Rubén. Aunque a ratos, no puede creerse a sí mismo.


viernes, enero 22, 2010

CUANDO NO LA VEO

En el mundo raro en el que me muevo últimamente hay demasiadas mujeres. Quiero decir, que no es posible esto que me está pasando de que tantas mujeres a la vez estén llamando mi atención. Y no a mí número de teléfono, aunque a mi número de teléfono es normal que no llamen. Por todas partes surgen ellas, estupendas, y me miran. No sé a qué viene esto. Nunca ninguna me había hecho demasiado caso. Pero qué se le va hacer, la vida hay que tomarla como viene y si ahora quiere la vida que las mujeres me miren, me dejaré mirar.

Me ha pasado, sin embargo, algo terrible. Algo que yo nunca pensé que sucedería. Algo que a Felipe sí le ha pasado y a lo que él estaba acostumbrado. Pero yo no. me pasa que me he cansado de una mujer. De su cuerpo. De sus encantos (que es como decir sus tetas y su sexo pero sin decirlo) y todo lo demás. Pero sin embargo, sigo deseándola. Pero aquí está lo raro. Sólo la deseo con locura cuando no la veo. Cuando está cerca, cuando la veo, cuando la toca, me da igual, no la quiero tocar, ni siquiera me pone demasiado.

Estoy preocupado por esto. ¿Tantas mujeres hay ya que me canso de ellas? El mundo, amigos, no va bien.


Pero cuando la veo...

jueves, enero 21, 2010

EL DÍA DESPUÉS

Hay frases bonitas con palabras feas “vomité mi alma en cada verso que te di, que te di”. Es un verso muy bonito. Son palabras preciosas. Ya me gustaría a mí escribirlas o, aún más, decirlas en el momento adecuado.

A mí los vómitos me traen otras cosas. Son cosas feas y punto. Esto que cuento es una verdad verdadera. Conocí a una mujer. Yo conozco muchas mujeres, no os creáis, lo raro, no obstatnte, es que esa mujer se encapriche por mí. Pero pasó. Total, que si sí, que si no, que si te vienes a mi casa, que si dónde vives, que si voy, que si ven. Vino a mi casa. Yo feliz. No había pisado por allí una mujer desde que una paloma se posó en el alféizar el verano pasado. La cosa se calienta y ella, pues nada, que se desnuda. Yo, por no hacerle un feo y ser buen anfitrión me desnudo también. Y ya que estábamos desnudos, pues eso, follamos.

A la mañana siguiente ella se despertó y miró hacia mí, miró a su alrededor, pensó un poco, qué pasó anoche, qué he hecho, Dios mío, qué he hecho. Me levanté, me vio otra vez y pasó lo que tenía que pasar. Que vomitó.

Lo peor, que se largó corriendo, sin darme su número y tuve que limpiarlo yo.


No, esto no fue lo que pasó

miércoles, enero 20, 2010

CERO LLAMADAS PERDIDAS

22:05 cero llamadas perdidas. He decidido no mirar más el móvil, pero no hay manera. Además Felipe se está enrollando con una tres metros más allá. Estoy solo y me queda dinero para, uff, no puedo contar el dinero que me queda. Pero para una más me da. Desde que pienso en ti todo me aburre un poco. Hasta esa muchacha a la que casi se le ven los pechos. A ti te gustarían. O no. ¿Cómo te gustan los pechos de las mujeres? A mí me gustan los tuyos. Todo es aburrido sin ti. Te echo de menos y envidio a los que te acompañan. Hoy sé quiénes son. Y son unos cabrones. Deberíais haber venido aquí. Cabrones. ¿Dónde está mi cerveza? Ah, en la mano. Por qué la gente se empeña en esconderme la cerveza. Está buena la que se enrolla con Felipe. Cabrón. Quién tuviera esa facilidad. Te echo de menos. Me consuela posibilidad de que tal vez me eches de menos tú a mí. Coño, eso es demasiado. ¿me estoy riendo de verdad o sólo pienso que me estoy riendo? Me engaño a mí mismo. No me echas de menos a mí. Ni siquiera a uno como yo. Le echas de menos a él. Qué se le va a hacer. Si pudiera bajarme del taburete me iba a casa. A ver si cierran ya y me voy. Cómo se te ocurra llamarme ahora...


Cuando me baje, me voy

martes, enero 19, 2010

ANIVERSARIO

Hoy se produce una gran efeméride. ¿Efeméride? ¿Se puede usar esa palabra en singular? No lo sé. Es igual. Se produce el aniversario de un hecho. Es una fecha histórica.

No, no es la séptima copa de Europa. Ni siquiera la octava. Ni la novena. Ni ninguna otra copa de Europa. No es el cumpleaños de mi perro. Ni el de mi coche.

Es el aniversario de la última vez que una mujer quiso conmigo.

Era un frío día de enero. No llovía, pero un viento helado partía los corazones.

Felipe estaba muy borracho en un bar. Medio desmallado. Yo me lo llevé a casa. Pero en el trayecto oí un silbidito. Era ella.

Era mayor y llevaba gafas, y besarla era duro como su bigote. No sé cómo pasó, bueno sí sé que no quería conmigo, que en realidad quería con Felipe, pero tuvo que conformarse.


Hoy este aniversario de cuyos detalles no daré más noticia. Mañana es el aniversario de la última vez que alguien vomitó en mis pies. Pero esa, es otra historia.


Un añito ya, y parece que fue ayer

lunes, enero 18, 2010

CIERRA LOS OJOS

La verdad es que yo soy más de mirar para otro lado. Que pasa algo malo a la derecha, miro a la izquierda, que a un tipo le dan una paliza a la derecha, miro a la izquierda, que a la izquierda alguien aparca en reservado para minusválidos, miro a la derecha. Sólo hay que volver la cabeza.

Otro método muy bueno es cerrar los ojos, aunque yo, como ya he dicho, sea más partidario de mirar para otro lado.

Cerrar los ojos es muy útil. Que se te mete polvo. Los cierras, que de repente hay una salvaje oleada de polvo. Pues ya sabes. Que pasa algo malo en la tele, cierras los ojos. Que lo que te cuentan es asqueroso, cierras los ojos. Que vas a dar un beso, cierras los ojos.

Sirve para muchas ocasiones. Cuando se tiene miedo, como protección, para domir. Llevo años entrenando dormir con los ojos abiertos, pero no me sale. Me sería muy útil para cuando Felipe me da la chapa, pero no hay manera de conseguirlo, siempre hay que cerrarlos. Pero no me desanimo, sigo entrenando.

Pero para lo que es muy útil, según mi parecer de mero observador, es para el sexo. Que no sabes qué estás haciendo, cierra los ojos. Que no te gusta la otra persona, cierra los ojos. Que tienes dudas de qué es lo que hay al otro lado, cierra los ojos. Que vas a meterte algo en la boca, cierra los ojos, eso no es bonito.

Y siempre, siempre, cierra los ojos cuando te metas algo en la boca. Que luego salpica y esto no es como el champú jhonson.


Este sí que no pica en los ojos

domingo, enero 17, 2010

PAPEL


Ana ha ido a ver a Rubén. Él se ha sorprendido. No esperaba que Ana le visitara en casa. Lo primero que le ha dicho ha sido, evidentemente, Laura no está. Pero Ana ha dicho que no importaba que venía a verle a él, que hacía mucho tiempo que no le veía, que no sabía nada de él y de su vida.

Rubén se ha extrañado. Nunca ha tenido una relación demasiado fluída con Ana, nunca han hablado demasiado. O al menos no demasiado en serio. Rubén sabe de su relación, de lo bien que Ana y Laura se han llevado siempre, que se han apoyado la una en la otra, se han sido necesarias y útiles.

Ana siempre se ha reído mucho con él, lo sabe. Sabe que siempre esa ha sido una de sus mejores armas con las mujeres y sabe cuando las hace reír. Cuando se ríen con él. Cuando su risa es sincera.

Ana ha estado muy simpática, riéndose mucho. Rubén le ha contado sus cosas. Las cosas de Rubén son insignificantes. Lo que importa es como las cuenta.

En un momento dado Ana ha dicho: Laura está ahora con otro hombre. Rubén no ha dicho nada. Ha mirado a Ana. No ha preguntado lo que ella esperaba, cómo lo sabes, qué dices, es imposible.

Rubén sólo se ha reído. Después ha dicho que era mejor que se fuera. Pero Ana ha insistido, está ahora con otro hombre. Y le ha dado unos datos que Rubén intenta ahora borrar de su memoria. No podrá, pero hará como si no los sabe.

Rubén ha pedido a Ana que se fuera. Y le ha dicho que no quería saber nada de aquel asunto. Ana cree que Rubén hace mal negando la evidencia, que se va a hacer daño así. Que lo primero es asumir la realidad y luego enfrentarse a ella.

Rubén no puede decir que lo sabe, que lo sabe hace tiempo. Y que lo ve normal. Y que no pasa nada. Y que todo se va a arreglar, y que él sabe que será así, y que ya casi sabe cómo lo va a hacer.

Ana, después, ha dicho que ella nunca le pondría los cuernos, que un hombre tan bueno y tan guapo y tan interesante es lo que ella siempre ha querido y que por eso no podría cambiarlo por otro.

Rubén ha sonreído. No, no podrás cambiarme por otro. Y le ha pedido que salga.

Ana se siente un poco humillada. Esperaba que Rubén la hiciera caso al fin, que la besara, que se vengara en ella. Le parece un buen cambio. Laura con Luis y ella con Rubén.

Pero Rubén no la ha hecho caso.

Después cuando ella ha salido se ha quedado Rubén pensando en este hecho. ¿Cambia el que lo sepan el hecho en sí? Y sobre todo, ¿Cambia mi percepción, mi obligación y mi intención sobre el asunto?

Sabe que sí, que si los demás lo saben él tendrá que ejercer un papel que no quiere.


sábado, enero 16, 2010

REMORDIMIENTOS

A Laura a veces le asalta el arrepentimiento. No por Luis. No por el sexo con Luis. Ni por Rubén, por dejar a Rubén encerrado en su despacho o delante de la televisión. Le asalta el remordimiento por no ser capaz de hacer lo que debe. Por no dejar a Rubén, no decirle lo que está sucediendo, no ser valiente y ser capaz de hablarle de lo que está pasando.


Laura trata de no pensar. Está convencida de poder hacerlo, de poder hablar a Rubén sinceramente, pero sólo necesita tiempo para entender un poco las cosas, para hacerse una composición de lugar. Luis se está portando bien, no la mete prisa, no le pide que vaya con ella todos los días. Él espera, simplemente, que ella vaya.


La situación más incómoda no se da con ninguno de los dos. Se da con los demás. Se da con Ana y Joaquín y muchos otros que Laura percibe que lo saben. O que realmente lo saben. Nota que le echan en cara su comportamiento, su maldad. Es entonces cuando Laura se arrepiente de no hablar con Rubén. Así podría mostrarse cómo es. Sin problemas por su comportamiento.


Ana y Laura hablan siempre de lo mismo. De la necesidad de decirle a Rubén lo que sucede. De lo bien que él siempre se portó con ella, con todo el mundo, de lo incapaz que ha sido siempre de hacer daño a la gente. Del daño que seguramente ella le va a hacer a él. No pueden hablar de otra cosa.


Laura percibe que Ana está enfadada con ella. Aunque no entiende bien por qué, si ella casi la empujó a Luis. Hablan también mucho de Luis, de sus detalles, de sus cosas, de lo bien que está Laura ahora, tan joven, tan guapa, y de lo que tiene que ver Luis en eso, que parece que es mucho.


Ana no habla de Joaquín. Laura la nota insatisfecha. Pero no es una mujer simple, siempre ha sido una insatisfecha. Ese es su gran problema, que nada ha podido nunca colmar sus expectativas. La realidad siempre ha ido defraudándola. Ahora, Joaquín, un hombre bueno, trata de hacerla feliz. Y parece que lo está consiguiendo. Pero ella es poco dada a las efusiones, a dejar de quejarse como siempre lo ha hecho.


Laura piensa en Rubén, y en las palabras. Pero le ve tan tranquilo, sus auriculares, su partido de fútbol, que no se atreve a decir nada. Mañana será otro día. Y se vmarcha a ver a Luis.



viernes, enero 15, 2010

MEMORIA

Como he dejado de pensar, me pasan cosas raras. Por ejemplo, he perdido 70 euros, no sé dónde han ido a pasar. No sé en qué tienda los he dado en lugar de pagar 7, 2 o 14 euros. He olvidado meter la primera. No una vez. Si no que he olvidado cómo se mete la primera. Así que salgo siempre en segunda. Menos mal que mi coche puede. De momento. Amenaza con romperse en cualquier momento.

Tampoco sé ya cómo se usa el móvil. Quiero enviar mensajes, pero no hay manera. Todos me salen raros. No sé en qué idiomas los escribo. Así que si tú los recibes (he olvidado tu número) supongo que no podrás entenderlos.
También he olvidado cómo se lee. Y lo malo de eso es que me paso todas las señales de tráfico interesantes. Como club Leo, tres próximas salidas.
Tengo un horrible dolor de cabeza, pero como no pienso, no puedo tomarme nada. A saber qué narices me tomaría. Puedo acabar intoxicado. O curado de mi infección venérea.

He dejado de pensar en la siguiente cerveza y disfruto esta como si fuera la última. Le enseño el truco a Felipe, pero no lo coge, no lo coge.

Por otra parte es muy cómodo, porque no pienso en ti.

Mi desprestigiada memoria

jueves, enero 14, 2010

METEOROLOGÍA

No me preocupaba llevar dos meses sin ver el sol. Podía mirar tu sonrisa. No es lo mismo, dirá algún listo. Y yo digo, no, no es lo mismo. Pero a mí, igual, me da calor.
Llovía y llovía sobre las ciudades nuestras. Llovía sin ton ni son. Y desbordaba los ríos. Y destruía los puentes. Y cortaba las carreteras. Pero nos aguantábamos.
Yo te podía mirar. Me hacías feliz.

Llegó la nieve. Pero no fue para tanto. Yo la miraba derretirse desde mi ventana. Cuando se derrita, me decía, ella me llamará. Vale que no me llamabas
pero a mí la esperanza no me la quitaba nadie. Felipe me daba por saco. Y salía a por nieve para su cubata. Pero a mí me daba igual. Yo tenía fe.

Volvió la lluvia. Pero no me preocupaba. Se llevaba la nieve. Se habrá constipado, pensaba yo. Y creo que acertaba. Pero daba igual. Yo seguía teniendo fe.
No podía no tener fe en ti.

Después fue el viento. Si sale ahora se le levanta la falda. Por eso está en casa. Cuando deje de soplar me llamará, vendrá a verme. El viento volvió loco a Felipe.
Pero lo arregló con cerveza. Ya está mucho más cuerdo que yo.

Ahora hace sol. No te puedo buscar más excusas.

No viniste

miércoles, enero 13, 2010

DINERO

Me pidió dinero y se lo dí. Yo soy así. El dinero no sirve realmente para nada. Se intercambia por servicios y objetos, pero en la realidad, no sirve para nada. Así que yo le dí el dinero. Ella se lo quedó, claro. Me he dado cuenta con el tiempo de que la gente no es tan desprendida con el dinero como yo.
Me dijo que quería comprar condones. Pero se llevo 70 euros. Muchos condones me parecían a mí. Yo con uno tengo bastante. No volvió. Bueno, miento, sí volvió. A por más dinero. Y se lo volví a dar. No se acostó conmigo. Por lo tanto podemos decir que no es una puta. Y yo no soy un putero, pero creo que habla mucho peor de mí el hecho de que no lo haya hecho. Si lo hubiera hecho habría habido explicación para darle más dinero después. Porque volvió una vez más. Y yo volví a darle dinero.
Creo que tiene que ver con su mirada, que me hipnotiza, o con su cuello, que me erotiza, o con sus dientes, que no me muerden. No lo sé. Pero como estoy acostumbrado a estas cosas y hacer cosas que no entiendo, pues le seguí dando dinero.
Ahora vive en una casa mejor que la mía, invirtió el dinero en no sé qué y le salió bien. Felipe me ha dicho que ahora que no trabajamos tal vez pudiera echarnos una mano. Me contrató como jardinero. Pero ya me he rebelado y me he despedido. No me pagaba.

Ex jardinero para ti

martes, enero 12, 2010

REUNIÓN ENERO 2010

Cambio de lugar en la reunión de Creatura. Lluvia y nieve fuera y nosotros felices y tranquilos y muy cómodos en Las Cadenas. Era una reunión importante porque hay algunos temas que acucian a Creatura.
El primero es el dinero. En espera de las subvenciones que no salen ni llegan ni nada, y a falta de varios establecimientos publicitarios, nuestras cuentas se resienten. Tenemos planes que lo mitigarán pero necesitamos más. Es tiempo de crisis y hemos guardado para estas vacas flacas, pero nada dura siempre. Así que tomaremos medidas. Mientras el que quiera anunciarse, por favor, póngase en contacto con nosotros.
Hemos preparado ya el número de febrero y con un poco de suerte saldrá a primeros de mes. Por una vez parece que todo marcha.
Para el próximo mes tenemos lo siguiente:
Portada Julio
Contra Ana
Establecimiento Generación X
Editorial Noemí
Las colaboraciones de este número serán el Coñazo de la feminista y un relato que está ya apunto.
La próxima reunión el día 1 de Febrero y el tope de entrega, pues, el 31 de Enero.
El próximo número, el de marzo, será un número especial. Estad atentos a este blog y al fanzine, porque pronto se desvelará.
A todos los colaboradores, atentos al correo que hay noticias.
La reunión se acabó tarde. Tan a gusto estábamos que nos extrañó que fuera estuviera nevado y hubiera sólo un grado. Quién lo hubiera dicho.


lunes, enero 11, 2010

NÚMERO ESPECIAL ANIVERSARIO

Después de una larga espera ya está aquí el número especial que prometíamos. Muchas con las vicisitudes que han llevado hasta este número. Una travesía por el desierto.
Cuarenta, sí cuarenta, nuevas páginas de Creatura para todos. En vuestro establecimiento habitual. Con las secciones habituales mejoradas y hasta ampliadas. Con lo mejor que teníamos, con todo lo que teníamos.
Cumplimos cuatro años, cuarenta y ocho números. Celébralo con nosotros.
No se puede pasar por alto la entrevista a Gabi. Espléndida. Ni el artículo del lobo sobre el Creatura número 0, el mítico y siempre buscado número 0 que siempre estamos pensando en reeditar pero que nunca reeditamos porque no tenemos dinero.
Con una portada tan blanca e inmaculada como la nieve, ya está esperándoos, así que no le defraudéis. Él os da lo siempre y algo más. Doce meses doce portadas. Una nueva ocurrencia del Pinky, Rolin Estón.
Y todo al mismo precio de siempre, 0 euros. La crisis no vale para Creatura. Búscanos, leños, coméntanos. Creatura te llama. Ábrele la puerta.


domingo, enero 10, 2010

OBSERVANDO

Rubén observa a Laura. Mira sus gestos, sus acciones, sus comportamientos. Mide sus palabras. Sus sonrisas. Ve actos espontáneos. De repente sonríe sin motivo. Mira lejos. Seguro que es un recuerdo. Que piensa en él. Rubén ha asumido que Laura no sólo tiene un amante, que hay otro, también ha asumido que a ese otro sí le quiere, que está enamorada de él. Que lo que está haciendo es lo que ella podría llamar un acto de amor. Y sabe que no va contra él. Que no va contra Rubén. Que es sólo una forma de demostrar el amor que tiene por ese otro y que tiene ya siente por él.
Rubén la mira tierno. Le gusta verla tan contenta. Tan risueña. Aunque con él cambie la cara. Se lo ha dicho. Me gusta cuando estás contenta, cuando eres feliz. Y ella se ha puesto roja y ha salido rápido pero no demasiado de la habitación. Rubén se ha sonreído. Sabe que va perdiendo.
Ha de conseguir que esté contenta por él. Y tiene que conseguirlo él. No valdrá hacerlo de otra manera. No le echará en cara nada. No le dirá que lo sabe. Da igual saberlo o no saberlo. Ella ya no le quería y está actuando en consecuencia. No ha usado la palabra perdón, porque realmente no tiene nada que perdonarla, se dice. Ha de recuperarla, y tiene que empezar ya.
Sabe que nunca ha sido un hombre tierno. Por eso no puede serlo ahora tampoco. Y que muchas de las cosas que tenían las habrán perdido irremisiblemente. Pero tiene otras cosas, tiene su palabra, sus ocurrencias, su capacidad para hacerla reír. Por ahí quiere empezar por hacer que Laura se ría con él, de él. Siempre es él mismo el principal personaje de sus comedias, de sus chistes. Y ahora será igual. La hará reír para que vuelva a ver a parte del Rubén que fue.
Y luego tendrá, como tantas otras veces, que improvisar. Tendrá que inventarse a sí mismo según vaya avanzando. Tendrá que ir haciéndose para ella hasta que pueda volver a ser él mismo y ella esté otra vez enamorada de él.
El problema ahora es cómo hacer eso, cómo conseguir que ella se ría, cómo compartir el tiempo necesario para eso, sin violentarla, sin enfadarla porque rompa sus citas o su relación con el otro. Poco tiempo está Laura quieta en casa. Tiene, continuamente, citas de trabajo, cursos, actividades que hacer por la tarde. Ese el primer paso. Encontrarse con ella. Como la primera vez tuvo que esperarla en los ascensores de aquel edificio durante horas. Así comenzará el nuevo amor. Así es que habrá que empezar a contarlo.

sábado, enero 09, 2010

LO SABE

No ha querido saber pero lo sabe. Rubén lo sabe. Laura no se lo ha dicho, pero él lo sabe. Nadie se lo ha dicho, ha sido una conclusión lógica, ha sido el final de un pensamiento ordenado, la concatenación lógica de los sucesos ha llevado a eso. Si ella le quería pero ya no le quiere, es que era infeliz. Si era infeliz ha debido procurarse la felicidad en otro lado. Si ahora está feliz es que ha encontrado esa felicidad. Y si Rubén no se la está dando es otro el que está haciendo feliz a Laura.
El primero golpe ha sido duro. Pensar en Laura con otro hombre, no tanto tocando y siendo tocada por otro hombre, sino siendo contentada, haciéndola reír, impresionándola, hablándola tierna o al menos certeramente, ha sido difícil de asumir.
Pero se ha dado cuenta Rubén de que lo tenía previsto, de que tal vez ya lo sabía, no con un conocimiento consciente, sino de una manera inconsciente, que ese pensamiento, esa realidad ya estaban en él, esperando a salir, y que sólo ha hecho falta juntar dos ideas y la conclusión ha sido la esperada.
Se ha sentado Rubén toda la tarde en el despacho. Lleva horas escuchando la misma canción. A veces la canta. A veces la grita. A veces no la oye. Es una canción lenta, inglesa. Una canción que tal podría bailar con Laura. Siempre ha soñado bailar con Laura, pero nunca lo ha hecho.
Se pregunta quién, cómo, dónde, pero siempre se responde “yo”. Sabe o intuye que la culpa es suya, que el culpable de la infidelidad de Laura, de que Laura haya ido a otro lado es él. Pero no se maldice. Ya lo ha hecho bastante. Se centra en asumir la realidad. En ver cómo va a arreglarlo, cómo alterara esto su plan de volver a empezar.
Si el culpable es él no tiene nada que reprocharle a Laura, ni nada que reprocharle al amante. Nada que perdonarle. Nada de que acusarla. El culpable es él. Y la cuestión es cómo va a perdonarse.
Y su otro problema, quizá el más grave, pero en el que ahora no puede pensar porque está bloqueado por la culpa y, aunque no lo diga, por el dolor, es qué supondrá esto. Si estará Laura o no enamorada. Si le hará esto más difícil su idea. Si ya no podrá, aunque quiera, volver a empezar.


viernes, enero 08, 2010

LLAMADAS PERDIDAS

Ya no nos queda nada. No tenemos ni cobertura. Cuando quiero hablar con alguien tengo que irme a un lugar concreto de mi casa, esperar un rato a que resucite mi móvil y ya entonces confiar en no tener la necesidad de moverme ni que se de la tesitura de que se corte y punto sin más explicaciones.
Por eso recibo tus mensajes de las siete a las doce. Por eso hablamos raro y no me entiendes. O más o menos por eso. Creo que la negligencia de la compañía me ha privado de una noche en tu cama.
Felipe, sin embargo, como es de otra compañía no tiene esos problemas. A él todas las mujeres, hombres y niños que le llaman lo hacen sin problemas. Puede pasearse por cualquier lado y hablar. Puede quedar contigo. Él sí conoce tu cama. Luego me preguntas por qué le odio. Y por qué te odio a ti.
Se quejaron unos vecinos de que la antena estaba cerca de su casa. Ahora se quejan de que nadie les llama. La gente es contradictoria. Y un poco tonta. Quieren que pongan otra antena, pero que esté enfrente de la casa de los demás. Así es la vida. El cáncer para ti, para mí la cobertura.
Y yo mientras tanto viendo llover. Total, no me llama nadie. Ni aunque pudiera.

De estas ya no hay

jueves, enero 07, 2010

EN LA FILA

Mientras estaba en la fila, pensaba. La fila estaba repleta, claro. En esta época pasa siempre. Y además con el comienzo de las rebajas, más. Otro inconveniente. Otra cosa más para apuntar en la lista de cosas que no. Media hora, cuarenta minutos. Más tiempo aún. Y la cola, despacito.
Mientras estaba allí pensaba. Joder, aún queda un montón de roscón. Menos mal que Felipe llega tarde a casa y cuando está pedo le da por comer. A ver si así acaba con el roscón. Lo único malo es que se comerá la figurita. Pero sólo es malo para él.
Además he cogido peso. Así que no puedo comprarme los pantalones que me gustan, porque no podré ponérmelos hasta el mes que viene. Eso si tengo suerte y adelgazo. Con lo baratos que están.
Joder, si también quedan todas las peladillas y el turrón duro que no se los ha comido ni Felipe. ¿Lo querrán los pobres? Bueno, como eso está siempre duro valdrá para el año que viene.
Como pesan los regalos. Mira que tener que descambiarlo todo. Los míos. Los de ellos. Hay que joderse.
¿Cosas buenas? Se acabaron los villancicos. Y las luces de colores. Me he cargado el árbol de Navidad. Qué a gusto.
Y sobre todo, sobre todo, se acabaron los malditos anuncios de colonias. ¡Bien!

Adiós, hasta San Valentín

miércoles, enero 06, 2010

ME GUSTA CAMINAR

Como no venías, no venías, no venías, yo bebía, bebía, bebía y bebía. Y como se me acabó el dinero y seguías sin venir me fui a dar un paseo. Caminé, caminé, caminé y caminé por la ciudad navideña. Tanto que llegó un momento en que no sabía bien dónde estaba.
Miré el nombre de la calle y no me sonaba de nada ¿en qué barrio estaba? Ya no había luces de navidad ni nada de nada. No había casi ni tráfico. Te echaba de menos. Siempre te echo de menos cuando me pierdo.
Llamé a Felipe. A lo mejor le sonaba la calle. Pero no le sonaba. Me dio un buen consejo. Vuelve tras tus pasos. Y así lo hice. Cuando me emborracho y camino me gusta cantar. “Esperaré que mis labios quieras besar, que tus pasos te lleven al mismo lugar” no, no me sé la canción.
Caminé, caminé, caminé y caminé. Joder. Otra vez perdido. Otra calle. Ahora sí, luces navideñas, gente que compra regalos. ¿Dónde estaba? ¿Dónde estabas tú? ¿Dónde habíamos quedado?
Pasaba una hora de la acordada para que llegaras. Y no me habías llamado. Estaba muy desilusionado. Pero siempre que me emborracho, camino y me pierdo me siento desilusionado. Pensé en James Stewart y en ¡Qué bello es vivir! Era navidad igual que en la película y yo también estaba perdido y sin ti.
Cuando alguien tocó en mi hombro. No eras tú. Era la policía. Yo seguía cantando, otra canción, Estando contigo, contigo, contigo me siento feliz. La policía no estaba para bromas. Y menos en navidad.
Les dije que te esperaba. Me preguntaron donde vivía. Yo les dije la verdad. Me llevaron a casa. Tú no estabas. Nunca me llamaste. Al día siguiente te vi. Me había equivocado de día. Y habías cogido un taxi porque yo no llegaba. Seguía borracho y caminando. ¿Dónde vas me dijiste? Puedo estar borracho pero no me he perdido, lo que pasa es que me gusta caminar. Y me fui a cantar y a echarte de menos. Mucho mejor que verte, dónde va a parar.

Caminante y desilusionado Stewart

martes, enero 05, 2010

HARTO YA, HOMBRE

Llegados a este punto de la vida y el mundo estoy un poco harto de todo. Estoy harto de que Felipe esté borracho en el sofá durante quince días. Él lo llama vacaciones. Yo, cuando no canta, también. Pero le da por cantar. Y cuando ha repetido la misma estrofa treinta y siete veces porque no se sabe más, pues me harto un poco.
Estoy también harto de ir a casa de todo el mundo. Felicidades. ¿Qué tal noche habéis pasado? Y claro, más que nada, harto de repartirles regalos (la crisis es una buena excusa para, al menos, comprarlos baratos) y de comer polvorones, mantecados y turrón. Me gusta del blando y de ese nunca hay. Peladillas no como. Pero nadie come, excepto las gallinas, que también comen piedras.
Estoy también muy hartito del tráfico y de tener que tragarme para todo un atasco. Voy al centro comercial, atasco. Voy a trabajar, atasco. Voy a comprar un árbol, atasco. Voy de cachondeo, atasco. Menos mal que este año no hay policía por ningún lado. Será también la crisis.
Estoy harto de los niños correteando por todas partes. ¿No tenéis casa? ¿No os gusta tanto la play? Pues quedaos en casa. Con el tuenti y esas cosas. Si os lo vais a pasar genial.
Total, que llegado este punto de la vida y el mundo estoy deseando que sea la semana que viene y que esa semana sea normal. O lo más normal posible, porque no deja de llover, y a quien quiera que maneje la lluvia, deme por Dios un día de sol. Sólo uno. Para empezar.

Bonita espanta navideña

lunes, enero 04, 2010

PROHIBIDO

Empezamos bien. Voy a subir al metro, pero mi billete no vale. Voy a cambiarlo, pero tengo que pagar la diferencia. Ha subido el precio. Me llega la factura de la tarjeta de crédito. Mierda de regalos de Navidad. Voy a comprar sellos. También son más caros. No tengo suelto. La factura de la luz, el agua y el gas acaban por matarme. Felipe no quiere saber nada. Mamón.
Los periódicos critican las subidas. Estoy con ellos. Pero son unos fulleros. El periódico también ha subido. Así no hay quien viva. Me llega la nómina: cobro lo mismo. No sé cómo voy a arreglar esto.
Voy a un bar. Pero no me dan cerveza. Han prohibido el alcohol en los bares. No es sano para los que miran como nos emborrachamos los demás. Voy a la calle a fumar. Pero como han subido el tabaco no me da el sueldo.
Quiero acabar con el gobierno. Me lo está prohibiendo todo. Me lo está subiendo todo. Decido irme a una casa de citas. Mariela siempre me trata bien. Pero han prohibido la prostitución. Por lo visto la estoy explotando. Se ha comprado un Opel Astra sólo con lo que yo le doy. La vida es una mierda. Voy al supermercado a por cerveza. Me emborracharé en el parque. Ya no hacen litronas, dejan mala imagen de la ciudad. Me compro unas latas, pero me cobran una multa previa por si no decido reciclarlas. ¡Ay qué joderse!
Veo una foto de la ministra de sanidad tras una pancarta “Prohibido prohibir” me da un ataque de risa, pero un municipal me regaña, ¿De qué se ríe? Ahora necesito un motivo para todo.
Creo que voy a ver porno. Pero me han cerrado la web donde lo veía. El emule está prohibido. Tiro de imaginación. Pienso en ti a ver si funciona. Pero como es año nuevo, vida nueva, te has ido con otro. Se me baja todo.
La cerveza de las latas no me emborracha. Han bajado la graduación para evitar que no nos hagamos daño. Quiero hacerme daño. ¿Y si me tiro por la ventana? No. Las ventanas no se abren. Quieren evitar el cambio de temperatura, que cojamos un enfriamiento.
No puedo hacer nada. Me pongo un partido en la tele. No puedo apostar, han prohibido las apuestas, suben el ritmo cardíaco y los cardiólogos piensan que no es bueno. Mi equipo gana. Pero no me alegro. Cualquiera dice nada, lo mismo acabo en la cárcel. Pego un grito fuerte, a ver si en la cárcel puedo ser libre.

No, ya no, nunca más

domingo, enero 03, 2010

VUELTO

Rubén, vuelto de su ensimismamiento, mira a su alrededor y busca a Laura. A veces se queda mirando el cuadro del salón y se pierde. Piensa y un pensamiento le lleva a otro. Se encadenan en él las historias, las fantasías, los recuerdos. Puede estar así mucho rato. Luego vuelve a la realidad, pero todavía con una sensación de que lo vivido allí era real.
De joven tenía un cuadro igual en casa de sus padres, un cuadro que se quedaba mirando sin motivo y en el que se concentraba estúpidamente. En ese cuadro estaban todos sus recuerdos, sus fantasías de ser jugador de fútbol o entrenador, sus amores. El sexo. En ese cuadro soñaba estar y bajo los árboles que lo llenaban, poseer a una mujer.
Laura no está, parece que ha salido. Una vez más piensa Rubén. Desde que está relajado, desde que sabe que volverán a ser lo que eran, a formar otra vez una pareja, desde que sabe que volverán a quererse, busca más a Laura. Trata de estudiarla.
Pero es difícil, porque Laura y él no coinciden mucho. Ambos trabajan toda la mañana. Y por la tarde, él sale a correr, corrige, trabaja en el despacho. Ella ¿qué hace ella? Rubén lo piensa y recuerda que hace años tomaba clases de cocina. Pero las dejó. Por eso él sigue cocinando.
También intentó la pintura. Y hay algunos cuadros que prueban que si hubiera sido más constante, no lo habría hecho mal. Pero lo dejó también. ¿Qué hará ahora? Rubén no lo recuerda. Presume de buena memoria, pero debe haber estado muy encerrado en su despacho, en su mundo para no acordarse de algo así.
Lo importante, se dice, es que no está y que necesito que esté para saber cómo es, qué hace, cuáles son, ahora, sus vicios, sus manías, sus costumbres, si sigue mirando más arriba de los ojos, si sigue tocándose el pelo o si ha empezado a morderse las uñas.
Pasea Rubén por la habitación buscando una respuesta. Un modo de estar cerca de Laura sin que ella trate de alejarse o sin que note algo extraño en el comportamiento de él. Observarla mientras duerme, se dice a sí mismo sonriendo, no vale, eso ya lo hago y me sirve para aprenderme los ritmos de su respiración, sus arrugas, sus ojos cerrados. Necesito más. Que me hable, si no me habla no puede volver a quererme.
Y así pasa Rubén toda la tarde buscando como conseguir que su mujer vuelva a hablarle como le hablaba antes. Y no encuentra, aún, la respuesta.


sábado, enero 02, 2010

HABITACIÓN

En la habitación reina la luz. El sol entra por la ventana y dibuja sombras precisas y alargadas en la pared. Se distinguen los árboles de fuera y todo aquello que ilumina el sol a su paso. Es la pared un expositor. La sombra del galán es un hombre nuevo en la pared. Hay una sonoridad alegre que viene de la calle.
Los dos cuerpos en la cama, un encima del otro, quietos, reposando de lo sucedido, tienen un imagen húmeda, de sudor, de brillo y alegría en la piel. Están los dos en silencio. Parece que no tienen ahora nada que decir. Se miran, el pelo despeinado, la verdad más absoluta en los rostros. Se ríen. Se sonríen.
Laura le dice a Luis que lo hará pronto, que no pueden seguir así, con ese aire de furtivos con el anillo saliendo y entrando de su dedo a cada rato, como si fuera y no fuera la mujer de Rubén, como si dejara de serlo por un rato para estar con él y luego volviera a su vida de siempre. Que ella tiene que estar con Luis, tiene que estar allí, en aquella habitación, que hay que darle a esa habitación un tono más humano.
La habitación es una cama grande, una mesilla, un armario con enormes espejos, un sillón pegado a la pared, un galán de noche que guarda el traje de Luis, que es el otro Luis. Destaca más por lo que falta que por lo que tiene. Ningún rasgo personal. Es como el dormitorio de una tienda de muebles. Sin fotos. Sin libros. Sin cuadros. Sin adornos. Sin nada propio. Pura zona de uso.
Los cajones, los estantes del armario, pulcramente ordenados, contrastan con la ropa que ahora está tirada por cualquier lado sin ningún orden, la de una y la de otro. Mezcladas. El precinto de un preservativo también en el suelo.
Luis dice que la entiende que no se tome el tiempo necesario, el que crea apropiado, es difícil, es muy difícil hacer aquello, dejar a tu marido por otro hombre. Venir aquí conmigo y dejarle a él solo, a él que tanto te quiere y te ha querido. No has de tener prisa. No has de precipitarte. Hazlo a tu ritmo. Yo estaré aquí esperando. Yo no tengo prisa. Mi habitación no tiene prisa. Está bien así.
Y Laura le besa tierna. Luis entiende lo que ella dice, lo que precisa. Va a repetir el acto de amor por Luis.


viernes, enero 01, 2010

MUESTRA DE JÓVENES DISEÑADORES

El primer evento del año que queremos destacar empieza casi casi ya. Desde este domingo y hasta la víspera de Reyes tendrá lugar la PRIMERA MUESTRA DE JOVENES DISEÑADORES ORGANIZADA POR INNOVA MARKET Y LA GALERIA DE ARTE DIONIS BENNASSART.
El programa es muy completo y aquí os lo dejamos (junto con una pequeña definición de lo que será para los que no lo tengáis muy claro) para todos aquellos que quieran pasarse por allí.

Del día 3 al 5 de enero en la calle San Lorenzo nº15 transcurre la muestra de jóvenes diseñadores organizada por Innova Market y la Galería Dionis Bennassart. La propuesta es un lugar en el que diseñadores, ilustradores, artesanos, etc, que hemos coincidido en otros eventos nos unamos para mostrar nuestras creaciones y dar el último empujón de la navidad.
Primer día: (3 de Enero)
Apertura de la muestra a las 12:00 y catering de inauguración a las 12:30. Cierre a las 21:00.
Segundo día: (4 de Enero)
Horario de 12:00 a 21:00. A media tarde, chocolate caliente para los invitados y rifa de la decoración del árbol de navidad con nuestros productos.
Tercer día: (5 de enero)
Apertura a las 12:00 hasta las 21:00 horas. Al ser el último día, todos los diseñadores harán precios especiales y stock. Despedida y cierre.

Cartel del evento