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miércoles, marzo 10, 2010

PELUQUERA

El blues de la peluquera es un blues genial, porque la peluquera es genial. Me corta el pelo miss peluquera 2008, 2009 y probablemente 2010. Y lo hace con mucho ritmo, tic, tic, tic, hacen sus tijeras, mientras ella se mueve ritmicamente alrededor de mi cabeza. Mi cabeza es grande, así que moverse alrededor de ella tiene mérito, no se crean ustedes.

Rubicunda y pródiga como una walkiria. Así es ella. Rubia. Generosa por delante. Estupenda por detrás. De facciones bellas y delicadas... ah, mi peluquera. Qué menos que un blues podría yo dedicarle.

Como soy un hombre tímido la miro poco mientras ella se acerca, mucho, tanto que me llega el aliento con sabor a chicle de fresa, tanto que sus pechos se rozan con mis brazos y me enseña el balcón abierto de su escote. Pero soy un hombre tímido y temeroso de Dios. Así que miro hacia otro lado. Ni siquiera por el espejo busco su mirada, el botecillo rítmico de sus pechos acompasando el cuerpo al ritmo de sus manos.

El blues que me sale es elástico como ella. Es bello como ella. Es triste, como cada vez que me voy a casa, suspirando por ella.


La mezcla de espuma, colonia y sudor de unos pechos desnudos

1 comentario:

la costarricense, la capitana. dijo...

He tenido la suerte de encontrarme con semejante destello de delicadeza y amor, que dice tímido, y que dices que temes a Dios...qué hermosura que lo hayas puesto aquí para deleite del que lo lea...es lindo su amor y su ternura...si estuvieras casado, cambia de peluquera por respeto a Dios, pero si fueras soltero, dícelo por favor a la peluquera, no te aguantes ese amor tan bello... Claro que si ella es libre, sino mejor cámbiate ahora que todavía puedes... Te lo digo con cariño de hermana...