Publicidad

miércoles, marzo 24, 2010

TARAREANDO

Felipe sigue encariñado (el que espere la palabra en cuestión ya se puede olvidar de que la diga, por más que la piense) con su mujer gafapasta. La chica, a pesar de sus gafas, o tal vez gracias a ellas, es mona, así que no me extraña que Felipe esté encariñado con ella.

Ayer estuvieron en una exposición. No, allí no había cuadros. Ni esculturas. Había instalaciones. Felipe volvió muy impresionado. No entendió nada, según yo pude entender de sus palabras posteriores, pero estaba impresionado. Por lo visto habían visto una exposición sobre el ojo vacuno. El ojo de las vacas que mira atentamente el tren. Eso sí, estaba hecho con ojos humanos, nadie vaya a hacer daño a un animal.

La gafapasta se pasa el día tarareando un disco. Porque es una gafapasta. Las chicas normales tararean una canción. Esta puede con todo un disco. Y a mí se me va quedando. Trato de olvidarlo con un par de estrofas de Rocío Jurado, pero no hay manera.

Así que aquí estoy yo pensando que el día en que te conocí te dije que sí que sí que tú te venías conmigo y sin saber cómo quitarme eso de la cabeza. ¿Alguien tiene alguna idea de cómo se borran las canciones de la cabeza?

Esta noche tocamos y no me sé mis canciones. Sólo las gafapasta. ¡Cómo los odio!

Gafas de pasta para todos

No hay comentarios: