Publicidad

jueves, abril 08, 2010

LAS COSAS SENCILLAS

Como no hay manera sencilla de decir las cosas, sólo hay que decirlas y punto, fui y se lo dije. Ese soy yo, un tío que de repente es el más lanzado del mundo. Pero sólo de repente y un vez. El resto del tiempo, nada de nada.

Pues eso, que fui y se lo dije, le dije, tía, sólo te estoy mirando porque me has parecido muy atractiva. Me voy otra vez donde estaba para mirarte otro rato. Porque mirarte me encanta. Y me fui y la estuve mirando otro rato. Estas frases en un hombre atractivo tienen la virtud de hacer derretir a una mujer. O si las dices en italiano, aunque seas bajito y feo. Pero yo no soy italiano y además sí soy feo. Así que el efecto no fue el esperado. La mujer se rió.

Yo me lo tomé con filosofía, es decir, me pedí otra cerveza y dejé de mirarla, de hecho me fui a otra parte del bar desde donde ella no pudiera verme y yo no pudiera verla. Ya saben lo que pasa. Que aunque no quieras acabas mirando.

Al rato vi que pasaba su amiga. Se iba con no sé quién. Era un hombre. Ella estará con otro pensé. O con otra. Eso sería divertido. Me gustaría verlo. Noté al rato una presencia a mi lado. Chico, no me gustas. Pero me ha gustado mucho lo que has hecho. Sigue intentándolo, si lo haces tan bien, puede que tú y yo al final hagamos algo.


No, así no era

No hay comentarios: