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sábado, abril 12, 2014

LAS NUEVAS SENDAS DE LAS FICCIONES POLICÍACAS


Las ficciones negras, sobre asesinatos, robos y otros asuntos políciales misteriosos, tienen una premisa: no saber quién es el autor de los hechos. La progresión de la trama cuenta el conocimiento del investigador de la verdad, como gracias a pistas, deducción e interrogatorios, es capaz de conocer quién y cómo ejecutó el delito.

Ese es el juego que normalmente ese tipo de ficción proponían al espectador: eran un acertijo que había que desentrañar. Pero de un tiempo a esta parte, saber quién y cómo ejecutó el delito no es tan importante como el delito en sí, la vida del detective o la del propio maleante.

En muchas ficciones negras se sabe quién, cómo y por qué cometió el delito y lo que se cuenta no es el descubrimiento de la verdad, sino las intimidades, las razones y las motivaciones de los personajes que intervienen en la trama.

En muchas otras da igual quién o cómo lo hizo, lo importante es el método para descubrir al culpable. La deducción lógica. La investigación a partir de tecnologías avanzadas. O los sueños premonitorios de una protagonista.

Así, el foco se ha ido desplazando del qué y el cómo para irse al investigador y su personalidad. Muchas series de policías lo han hecho así, dejando de lado el juego con elespectador. Ya no importa que intentemos descubrir antes que el policía cómo y por qué, sino que estemos atentos a las vicisitudes que el investigador sufre.

True detective, Los misterios de Laura o los nuevos Sherlock Homes cumplen en muchas ocasiones con este paradigma. No importa el delito ni las víctimas, sino la vida del detective mientras hace su trabajo.



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