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sábado, septiembre 13, 2014

EL REINA SOFÍA CADA VEZ MÁS RECORTADO


Pasear alrededor de la Estación de Atocha, cruzando hacia la calle Santa Isabel, es irse encontrado con un reguero de gente que habla en otros idiomas, llevan una mochila y tienen ese aire totalmente reconocible de guiris. Todos esos guiris pululan alrededor del Museo Reina Sofía, el museo nacional de arte moderno.

Con obras emblemáticas del siglo XX y con exposiciones y colecciones que dan a esa calle Santa Isabel el mismo aspecto que Concha Espina en día de partido, el Museo presentó en 2013 una exposición de Dalí que fue inmensamente visitada.

Pero este año sus visitas se han reducido y han vuelto a las de 2012. Pero su principal problema es el mismo que en todas partes en este país, los recortes. El presupuesto del museo se ha visto menguado cada vez más. Y esto, lejos de ayudar a poder mostrar a todos el arte español desde el siglo XX, hace que cada se empobrezca más.

Pese a que los responsables no tienen en mente subir el precio de las entradas, llegará un momento en que eso sea inevitable para poder mantener a los trabajadores y sobre todo para poder mantener las colecciones en perfecto estado.

Un museo como el Reina Sofía, con una colección magnifica y con interesantes exposiciones, precisa de un mantenimiento y de una dotación adecuada. Porque no sólo mostrará el arte y lo enseñará de tal forma que el espectador pueda contextualizarlo, sino porque a la larga conseguirá beneficios, tanto económicos como sociales. El arte, como forma de expresión humana, sirve para que el hombre no se sienta solo ante el mundo y la sociedad. Pero si lo restringimos, lo recortamos y lo limitamos acabará por no sólo por no importar, si no por desaparecer. En ese caso el efecto estaría claro, el Gobierno se ahorraría toda la partida presupuestaria del museo. Pero el gasto y la pérdida a largo plazo, sería incalculable.

Esperemos que la cosa cambie y que el presupuesto se amolde a las necesidades del museo. O toda esa gente que pulula por los alrededores, que da vida a su plaza y vida al museo, se irá también. Y con ellos esas noticias tan comentadas en los medios de visitantes y turistas que acuden a nuestras ciudades.



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