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martes, diciembre 23, 2014

HUMANOS Y NO: EL PASO DEL TIEMPO


Humanos y no, los superhéroes se enfrentan en muchos momentos al peligro de la muerte, pero nunca a la decrepitud, al paso del tiempo, a la pérdida y la nostalgia. Humanos por sus sentimientos, pero excepcionales por su físico, los superhéroes no pueden entender la decadencia del ser humano, la pérdida de facultades, la pérdida de los amigos y los familiares, el paso del tiempo.

Sus vidas, más largas, incluso casi inmortales, nos son contadas en múltiples ocasiones, pero siempre en los momentos más esplendorosos, donde no tienen miedo al paso del tiempo, al peligro de vivir y de ser viejo, antiguo, de estar fuera de la actualidad.

Superman, Batman, Spiderman, Lobezno, en diferentes contextos, nunca envejecen, nunca cambian, nunca sienten el peso del tiempo, son eternos, jóvenes siempre, siempre en esplendor, siempre enfrascados en su trabajo, en su labor, sin que el tiempo pase.

Para el ser humano, el tiempo pasa y sus estragos en el cuerpo, en los sentimientos y en el espíritu. Tienen que asumir su condición de pasajeros, de fugaces, de que un día su paso por aquí terminará. En ese sentido el ser humano cambia, evoluciona, sufre por el cambio. Los héroes son pétreos, duros, imperturbables.

Por eso también nos gustaría ser ellos, porque son eternos y no fugaces, porque se quedan y no envejecen ni sufren el paso del tiempo. Pero huidos de la ficción, afrontar esa realidad, la humanidad y el tiempo, es uno de los grandes trabajos del ser humano y no fracasar en él francamente difícil.


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